ROSES, Historia de la mar y de la pesca
Agosto 1964
La Vanguardia

La Barca Sant Pere a la venta Foto: Quim Pedret
He dicho que los pescadores de
Rosas llevan todos radar, y no es
verdad. José Jacomet no lleva radar,
José Jacomet tiene una barca
blanca donde ha pintado con letras
azules «Al Rey de las Guillas».
Las guillas son las zorras, claro, y
guárdate bien de hablar de zorras
a un pescador en el mar, porque
saltas por la borda. Las zorras es
lo peor que hay para la pesca: si
mientas una zorra, ya no cojes un
pez en todo el día. Y lo mismo pasa
si hablas de la tremolosa. La tremolosa,
es el pez torpedo que trae mala suerte.
Pero José Jacomet no tiene manías.
Al mástil de la barca de José
hay atada una tremolosa bastante
repugnante y, en la punta del mástil,
una pobre zorrita disecada lanza
su cola a todos los vientos.
—Dicen que trae mala suerte.
¡Pamplinas! La cola de la guilla a
mí me marca el pescado. Si está
baja, el pescado está hondo. Si se
levanta, es que está arriba. Y también
me marca los fondos, y las rocas
y las corrientes. Mejor que el
radar…
José Jacomet cojea un poco, porque
lleva todos los bajos llenos de
balines de una perdigonada y como
es medio médico, se quiso curar él
solo y se puso una madera. La madera
le hacía cojear, pero le curaba.
Cuando se quitó la madera ya tenía
el tic cogido, y hasta hoy.
Antes de saltar a la barca, José
Jacomet llama a su perro. “Nem,
Nen” Porque un perro es la última
de las cosas que un pescador supersticioso
llevaría en la barca, y puestos
a hacer las cosas, José Jacomet
las hace bien. O no las hace.
María Dolores SERRANO
Pujat per Quim Pedret
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