Un día para olvidar
Una abraçada per a una amiga
No cometí un error por leer, pero creo que leí mucho y esto a veces igual no es demasiado bueno y a veces puede ser mentira. También es mentira incluso lo que lees. Hace unos días en un web local, apareció el tema del agresor a una edil, y a la vez este agresor ‘agredido’ por alguna prensa y un comentarista digamos que de dudosa procedencia. Yo había escrito una semana atrás en mi web una reflexión -que creo que en estos casos es lo que se debe hacer- sin emitir juicios de valor- sobre los tristes acontecimientos acaecidos en una mañana en un bar de mi pueblo
Se usa en demasía el prejuzgar y juzgar sin conocimiento, la mente humana es muy compleja y siempre hay matices. Mientras leía el escrito del comentarista de altos vuelos, sentí vergüenza, en él escrito había desconocimiento, mala fe, falta de sentido común, falta de objetividad y no vi el más mínimo respeto a la persona agredida, de la cual presumo tener amistad. No así, al agresor, el cual no conozco de nada.
Seguí leyendo la manipulación escrita de su ‘verdad’ del comentarista oficial, en función de los intereses políticos que le dicta su político-mentor y con una tierna, pero hipócrita condescendencia, utilizó la posible mente enferma de un hombre -desde mi opinión-, como arma política. Es una historia llena de oscurantismo. El artículo del comentarista avispado, sobre la agresión a la alcaldesa, me dio ‘miedo’ y me tomé un café y pero esta vez lo tomé, no con Primperan, para las nauseas, sino que tomé Diacepam, más que nada para calmar mi indignación.
Sobre el juicio contra el hombre que atentó contra alcaldesa, creo que deberíamos hacer varias lecturas de los hechos, sin caer en la tentación de hacer juicios de valor, rápidos y paralelos. Puedo entender y lo entiendo que este comentarista y ‘juez de la información’ le llame: ‘Uno de los nuestros’ (una buena película Martin Scorsese sobre la mafia con Robert De Niro). Al comentarista parece que le va como anillo al dedo. Pero no puedo entender porque éste ‘obliga’ a la alcaldesa a perdonar a su agresor. ¡Faltaría más! Y a la vez éste acusa a la misma de machacar a ‘uno de los nuestros’ y mencionando al Ministerio Fiscal como el que hace el ‘trabajo sucio’. Lenguaje barriobajero.
El acusado lleva razón, solo en parte, cuando dice que es un asunto político. Si, -lo han convertido en asunto político y personal- ya que algunos han utilizado la agresión políticamente, pero para hacer daño a la propia alcaldesa y sugerir subliminalmente al ciudadano que ella misma se puso el cuchillo en el cuello. Inverosímil. Me parece un episodio de una serie negra, como el maquiavelismo instalado hace años en mi pueblo y que algún iluminado quiere volver a dictar (de dictador), pero vía las urnas y manipular los hechos, haciendo escritos de doble moral, para condenar la agresión a la alcaldesa y con esta opinión hacer apología de su supuesto perseguimiento político y victimismo hacia su persona, que según él, viene de antaño.
Estoy con la alcaldesa con el hecho de no querer perdonar, está en su derecho, pero como humanista que soy quiero buscar los matices que llevaron a este ciudadano a actuar de tal manera.
En este asunto veo con preocupación mucha falsedad escrita y demasiados intereses creados. No sé si son graves mentiras con mala fe, o solo son desconocimiento, pero esto es grave socialmente, y lastimosamente esta manipulación socio-política, lo que vende periódicos y morbo.
Quiero desde aquí dar el más sincero apoyo a la alcaldesa como tal, como persona y como amiga, pero esto no me impide dar mi opinión objetiva sobre un tema tan delicado para ella, ya fuese del día en que fue atacada o mientras a tenido de revivir los hechos en los Juzgados.
No dejan de preocuparme, como parte de esta sociedad, las declaraciones del acusado, hechas a un periódico escrito, de ámbito provincial, ya sea por el mal consejo de su abogado o por su derecho inherente a mentir en un juicio (El acusado es el único que puede mentir).
Creo que fue un error por parte de la defensa, permitir que el agresor, hiciese declaraciones diciendo que él es una víctima política. Si lo es, no es él quien lo debe mencionar.
El afirma a la vez:”Yo no quería matar a nadie y si lo hubiera querido hacer, lo hubiera hecho”. Apología de la violencia gratuita dentro de una sala de vistas. Pero judicialmente aceptable, aunque fuera en su contra.
Me parece una falta terrible de indefensión jurídica en un estado de derecho, cuando el acusado declaró: “El cuchillo no lo llevaba yo, sino que el cuchillo me llevaba a mí”.
Me parece aun más absurdo cuando el comentarista antes mencionado, nos indica a nosotros o al juez-o fiscal lo siguiente:”El ‘kid’ de la cuestión es saber si el acusado tenía la intencionalidad de matar o no”. Perdón, comentarista atrevido; un hombre con pistola o cuchillo en mano, siempre está dispuesto a matar y el fiscal puede y debe de tener en cuenta la peligrosidad del arma, pero el hecho de la predisposición supuesta de matar o no, no es un eximente de la posible culpa del acusado y no la contempla nuestro código penal. Y como digo unas líneas después el acusado dijo con testigos: ‘Te mataré’, mientras llevaba el arma en la mano.
Hubiera sido una buena defensa civil y social, para este hombre la frase de un profesor de derecho que me decía: “El instinto prevalece sobre la razón y al no haber razón, no hay conocimiento”
Esta frase tendría de haber hecho reflexionar a la defensa y pedir para este hombre su confinamiento en el lugar adecuado y tratamiento sobre la más que posible enfermedad de esquizofrenia transitoria o/y víctima de un brote psicótico.
¿Ésta sociedad está ciega?
Pienso que es un deber que tenemos todos, ayudar a una persona que posiblemente no está en sus cabales. El perdonarlo o no, como decía antes, es optativo. Cada uno tiene sus circunstancias y hay que respetarlas y aceptarlas. Así pues, no deja de sorprenderme los doce años que pide el Ministerio Fiscal, me parece ridícula la petición de la Acusación Particular de mil quinientos euros y curioso que la defensa pidiera la cantidad de 90 euros.
Sobre este asunto se han hecho declaraciones no muy afortunadas y malévolas, por parte de algunos políticos o particulares, para vincular en cierta forma a la misma perjudicada, -la alcaldesa- llegando alguno a declarar o a insinuar, que podría ser un montaje con fines electorales o que ella misma se lo había buscado. ¿Surrealismo o maquiavelismo?
Me parece de una cierta gravedad, que el acusado manifieste que estando este en la cárcel, se le ofreciera la libertad y un talón firmado en blanco, para así inculpar como inductor a una tentativa de asesinato, al rival político de la alcaldesa y a la vez ex alcalde de la población.
Esta afirmación del acusado hubiera sido motivo para que el ex edil, presentase en la fiscalía una querella contra el acusado, para que en su día se hubiera abierto otra línea de investigación, ya que tal manifestación, pone en duda la honorabilidad de una persona y lo más grave, pone aun más en entredicho y resta crédito, a toda la clase política local.
La imaginación del acusado -ya juzgado- nos quiere hacer dudar de la reputación y el buen nombre de un conocido doctor local, que el mismo menciona como el culpable de llevar un cuchillo en el bolsillo para defenderse de dicho doctor. Si el acusado hubiera tenido en su día la misma lucidez mental que tuvo para negar -es su derecho- con sus mentiras para defenderse de la cárcel, en el día de autos no hubiera pasado nada. Solo hubiéramos tomado un café y sin miedo.
En mi opinión sólo tengo dos conclusiones: ‘El acusado ha mentido por el miedo lógico -legalmente, él puede mentir- de evitar la cárcel, no creo que le hagan mentir, y ha mentido porque su enfermedad hace que se crea sus mentiras y tengo el convencimiento que lo hizo con sus facultades mentales mermadas transitoriamente y llevado a la vez por un estado físico deteriorado. Si hubiera estado en su sano juicio y hubiera querido realmente hacer daño, -como dijo- lo hubiera hecho. Dada la rapidez de los compañeros de la alcaldesa, no consiguió afortunadamente su propósito. Prefiero, como he dicho antes, dudar.
El ‘Te mataré’ en términos legales, es una grave acusación e indica la que la hipótesis del comentarista antes mencionado, sobre si el agresor quería matar o no se desmorona sola (hay testigos), y más con un arma en la mano. Pero en términos psiquiátricos, dicha frase es frecuente en un estado de desesperación por anemia, mezclada con depresión transitoria, brote psicótico o cambio de personalidad leve. (DSM-III-R (Manuel de Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales) Psicología
Es por esto, que llego a la conclusión, siendo coherente, lógico y bien asesorado, que lo normal, jurídicamente y socialmente hablando, su defensa tenía de haber pedido enajenación mental transitoria e el internamiento psiquiátrico, ya que el agresor no estaba en condiciones de discernir entre lo real o lo imaginario y así pedir al fiscal, con la aprobación del juez, el internamiento del acusado en un centro psiquiátrico.
Ahora es de esperar dos años de cárcel y a su salida, el mismo ‘enfermo social’ (agresor) estará seguramente en peores condiciones mentales, siendo un peligro para su integridad y para la sociedad. Esperemos que los juristas arreglen este estado de indefensión que padecemos todos. Y así, un día poder creer en la justicia, aunque a veces nos sea favorable o desfavorable. (Pero esto ya sería otro comentario u opinión)
Joaquim Pedret i Rovira
Fotograf i Escriptor
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